1 de julio de 2010

La bella y la bestia



















Estos últimos días he estado haciendo bocetos para una composición sobre cernícalos en Sevilla. Las gárgolas de la catedral son impresionantes. Tienen el aire de un grito petrificado, una impresión de infinita tristeza. Están colgadas allí por feas, expuestas a la verguenza pública como el pobre jorobado de Notre Dame. Siempre me producen compasión.
Sobre ellas se posan los cernícalos, como si intentaran comparar su gracilidad y belleza con la desmesura de la gárgola, hecha de los despojos de las pesadillas del cantero que las creó.
Si la obra final llega a buen puerto creo que la titularé "la bella y la bestia".

These days I have been working the preliminary sketches for a composition about Lesser Kestrels at the Seville cathedral. Gargoyles have the look of an infinite sadness, like a petrified shout, they hang exposed to public disgrace like the poor hunchback of Notre Dame. If I manage to finish this painting I think I'll give it the title of "Beauty and the Beast".

3 comentarios:

  1. Viendo los apuntes, sobra decir que aparecerá una obra deslumbrante, como nos tienes acostumbrados.
    Un abrazo

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  2. Buenos bocetos Juan, Espero que compartamos sala nuevamente, esta vez en Sevilla.
    Un saludo

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  3. Juan, creo que me estreno en los comentarios por mi parte, y debo decirte que si hay algo común en todas las gárgolas, al menos las que yo conozco, es ese aire de sufrimiento, mitad diabólico, mitad humano torturado, y pareciera que los canteros hubieran olvidado su real función. a mí me encanta fotografiarlas, primeros planos, son un recorrido por el mundo de los sentidos...del sufrimiento, casi en absoluto.
    Fíjate que viendo tus fantásticos bocetos, he llegado a pensar que los cernícalos los usan, ademas de lugar donde posarse y verse libres de visitas indeseadas,como compañeros que pudieran defenderles en un eventual ataque hacia ellos, por lo fiero e intimidatorio del rostro de las gárgolas...estoy deseando ver esa obra final, porque habiendo conocido tu libro "Entre mar y tierra", sólo puede dar como resultado una gran obra.

    Mis felicitaciones observador de la naturaleza, y mis gracias por permitirnos conocer aspectos inéditos de ella.

    Saludos cordiales.

    Enrique.

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